Si ayer, de una forma simplista, comentaba que para un
usuario final (un ciudadano de la calle) el Cloud Computing se ve
principalmente como un servicio que le permite usar aplicaciones en la red (lo
que tecnológicamente denominamos SaaS o Software as a Service), hoy en el mismo
tono simplificado quiero analizar como ve un departamento TIC de una empresa
los “servicios Cloud”.
La casuística es amplia, porque ellos pueden ser tanto
usuarios de esos servicios Cloud proporcionados por otra empresa (habitual en
empresas más pequeñas), como pueden ser proveedores de esos servicios a otros
departamentos o áreas de su propia empresa (en organizaciones de cierto
tamaño), como pueden ser proveedores de esos servicios a terceros, como una
combinación de varias o todas las posiblilidades anteriores.
De nuevo para simplificar el problema diremos que en
gran medida los servicios que en este caso aparecen son del tipo IaaS
(Infrastructures as a Service), y por citar algún ejemplo, empresas como
dropbox o sugarsync usan servicios IaaS de terceros para dar, a suvez,
servicios personalizados de copias sincronizadas de ficheros en red, o como el
caso de Hoffman que ofrece el servicio de elaborar tu propio albún de fotos
personalizado que ellos imprimen y te envían a casa: es decir son empresas que
ofrecen servicios SaaS a usuarios finales y que ellas no adquieren
infraestructuras propias (más allá de las estrictamente necesarias) sino que
las contrata a proveedores de servicios Cloud del tipo IaaS como Amazon,
Rackspace, force.com, o Tissat. Dejo, momento para otro día, los motivos por lo
que practican este modelo (aunque todos ellos se resumen en uno: es el que
mejor se acopla a su modelo de negocio).
De nuevo un hecho diferencial en este modelo de
servicios es que los recursos IaaS que el proveedor de servicios Cloud
oferta son en modo compartido (“multi-tenancy”) y su provisión es en modo
auto-servicio y bajo demanda del usuario, quien solo paga por el uso que
hace de los mismos (“pay as you go”).
Desde este punto de vista, se está completando o
cerrando un círculo iniciado en los primeros tiempos de las tecnologías
cliente-servidor, y que se resume en la siguiente figura:
Ciclo de
Evolución de las TIC desde el punto de vista de Cloud Computing
Si empezamos el recorrido por el cuadrante superior
izquierdo; vemos que cuando emergieron las tecnologías cliente-servidor, las
diferentes líneas de negocio o áreas organizacionales de una empresa “se
procuraban sus propios servidores” (autoservicio) para satisfacer sus
necesidades con recursos dedicados y propios: una etapa a la que podemos
denominar “IT de nicho”.
Los problemas derivados de este modelo “desorganizado”
condujeron (a partir de los 90) a un modelo más controlado de provisión y,
sobre todo, gestión de estas infraestructuras que, siendo aún dedicadas, sin
embargo hizo posible políticas centralizadas de gestión de dicho activos, de
procesos y de seguridad: una etapa que se ha denominado de “Infraestructuras
Gestionadas” (cuandrante inferior izquierdo).
En los años recientes, con la adopción de la
tecnologías de virtualización, esta aproximación ha transitado hacia una etapa
donde las infraestructuras ya no son dedicadas, sino compartidas, es decir, las
mismas alojan (hospedan, o alquilan, por proximidad al término inglés usado
ampliamente en la literatura para este modelo: “tenancy”) aplicaciones y
servicios IT de distintos departamentos, áreas o clientes, pero donde la
provisión de las mismas sigue siendo centralizada y controlada por el
Departamento IT (quien recibe las peticiones y realiza la provisión necesaria):
a esta etapa se la ha denominado de “Infraestructuras Virtualizadas” (cuadrante
inferior derecho).
El ciclo se completa con el paradigma del Cloud
Computing (cuadrante superior derecho) que sobre unas infraestructuras
compartidas (multi-tenancy) permite que cada departamento o cliente se
autoprovisione, es decir, se agiliza y facilita la provisión de servicios e
infraestructuras IT al consumidor de las mismas (cliente o departamento) pero
sobre activos compartidos.
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