Al margen de los modelos de despliegue de Cloud
Computing (Publica, Privada, Comunitaria e Híbrida) definidos por el NIST (ver
el comentario del 28-feb-2012),
hoy en día está cogiendo fuerza el concepto de “Cloud
Personal”.
La idea surge de la cada día más creciente
necesidad de espacio y aplicaciones que un ciudadano tiene para poder gestionar
sus “vida digital” (fotos, videos, documentos de trabajo que precisa llevar
encima o tener en casa, datos asociados a flujos de comunicaciones como e-mail,
redes sociales, etc.) y de soluciones que Proveedores de Servicios Cloud están
ofreciendo para resolver en parte ese problema (por ejemplo: Dropbox, SugarSync
o Ubuntu One) permitiendo que el usuario pueda “sincronizar” la información
(toda o la parte que él decida) que almacena en todos sus dispositivos: el PC
del trabajo, el PC de casa, el iPAD, el móvil, etc. Algunas de estas soluciones
también permiten compartir la información con otros usuarios que usen el mismo
servicio.
La diferencia distintiva de los servicios del
tipo “Personal Cloud” es que están centrados en el usuario (user-centric) a
diferencia de los modelos precedentes que estaban centrados en la aplicación
(appplication-centric) ya que los datos estaban vinculados a la aplicación.
Además, el ámbito de la nube, es en principio, la de todos los dispositivos del
usuario que él decida integrar en su Cloud Personal y, además, una copia de la
misma que existe en la nube (en principio codificada para que solo el usuario
pueda tener acceso a ella) con la ventajas que ello aporta, tener una copia de
seguridad en la nube, o en caso de necesidad (por no tener ninguno de nuestros
dispositivos a mano) poder acceder desde otro ajeno (con las medidas de
seguridad adecuadas), además ello también posibilita compartir parte de dicha
información con amigos, e incluso el trabajo colaborativo.
En consecuencia el modelo de Cloud Personal
define, en principio, un servicio de almacenamiento ubicuo y al que no le
importa desde donde se accede a la misma (como se dice actualmente, es agnóstico
del dispositivo de acceso y de la localización del mismo), y la información
fluye en todos los sentidos entre los dispositivos que integran la Cloud
Personal.
Muchos de los servicios existentes están siendo
provistos por relativamente pequeñas empresas (como las antes mencionadas
DropoBox, SugarSync, etc.) que, en muchos casos, han montado su oferta sobre los
servicios S3 de Amazon (o de proveedores IaaS similares), y deben su éxito tanto
al nicho de mercado que ha descubierto, como al haber combinado hábilmente las
facilidades de uso de un Servicio tipo SaaS, con las necesidades de
infraestructuras de almacenamiento de tipo IaaS que quedan totalmente
recubiertas (y ocultas) para el usuario por la capa de servicio recibido, de
forma que el usuario solo ve un amigable, sencillo y cómodo servicio SaaS.
Por
otra parte, la creciente popularidad de las Cloud Personal ha hecho que los
grandes del mercado lancen sus propios servicios al respecto (por ejemplo, el
iCloud de Apple, el SkyDrive de Microsoft, o el inminente drive de Google) y que
las mismas se integren (o estén camino de ello) con el resto de su catálogo de
servicios del tipo web 2.0 (redes sociales, blogs, etc.), circunstancias que en
mi opinión producirá, por una parte, transformaciones adicionales en los
mismos, y por otra parte completará la definición de Personal Cloud que dimos al
inicio de este comentario, y en la que pretendimos aclarar que los servicios de
Cloud Personal no solo conciernen al almacenamiento de datos personales (su
razón de origen), sino también a las aplicaciones personales del usuario.
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