“Una invasión de 
ejércitos puede ser resistida, no así una idea cuyo momento ha 
llegado”
o
¿Tienen futuro los servicios Cloud europeos?, ¿y los 
españoles?
 
El surgimiento del “Cloud Computing” implica  la 
redefinición de la forma de trabajar (en el más amplio concepto de la palabra) 
con las TIC, tanto para los Proveedores de Servicios, como para los Usuarios de 
los mismos (ya sean ciudadanos, ya sean autónomos o profesionales, ya sean los 
empleados de una empresa, organismo o entidad de cualquier tipo, ya sean los 
departamentos TIC de esas empresas o entidades).
 
En sus inicios había mucha gente, y hoy en día 
aún quedan algunos (especialmente entre las empresa de sector TIC que no han 
sabido “hacer sus deberes” y no está aún metidos en el mercado), que decía que 
el “
Cloud 
Computing” era una palabra de moda (buzzworld) y no hay duda que eso ha 
sucedido en muchas ocasiones con conceptos detrás de los cuales no había nada 
(nuevo) y que cada vez sale un concepto hay gente que los aprovecha y lo lleva a 
límites muy forzados (como 
XaaS o “Lo-que-sea as a 
Service”).
 
 
Sin embargo, el Cloud Computing aprovechando y 
combinando los avances de muchas otras tecnologías (en muchos casos subyacentes 
dentro del modelo, como la virtualización) responde por primera vez a las 
expectativas de los ciudadanos y de las empresas de usar las TIC como una 
“Utility” (es decir, como las empresa de servicios eléctricos, gas, agua, etc.). 
Y es que, como dijo Victor Hugo, “una invasión de ejércitos puede 
ser resistida, no así una idea cuyo momento ha llegado.”
 
Por ello todos los especialistas coinciden en que 
si bien 
el concepto 
de Cloud Computing aún va a sufrir transformaciones y evolucionar, sin 
embargo “no es una moda pasajera, sino que ha llegado para quedarse”. Esa 
evolución vendrá tanto de la propia innovación de la industria creando nuevas 
aplicaciones y servicios para el usuario final, como de los retos y desafíos, u 
obstáculos y barreras, según se mire, que el Cloud Computing aún tiene que 
afrontar y resolver: desde la seguridad hasta un cambio cultural, organizacional 
o de procesos, pasando por la ausencia de estándares, los problemas de 
interoperabilidad, de portabilidad, de “confianza”, de prestaciones, de SLAs, de 
regulaciones y legislación, etc.
 
 
La solución a estos desafíos no está en un 
producto, ni en una técnica, ni en un método, ni en un proceso concreto, sino en 
una “normalización” de todas las actividades necesarias para garantizar la 
seguridad, y resolver el resto de retos pendientes. Una encuesta reciente de 
ENISA (la agencia de seguridad cibernética de la UE) sobre los Acuerdos de Nivel 
de Servicio (ANS) mostró que muchos funcionarios en las organizaciones del 
sector público apenas reciben observaciones sobre los factores importantes de 
seguridad, como la disponibilidad del servicio, o las debilidades del software. 
Con el fin de ayudar a solventar este problema, ENISA ha lanzado este mismo año 
2012 (en abril) una guía práctica dirigida a los equipos informáticos de 
adquisición de servicios TIC, centrándose en la vigilancia continua de la 
seguridad en todo el ciclo de vida de un contrato en la “Nube”: se trata de la 
“EU Procure Secure: A guide to monitoring of security 
service levels in cloud contracts”. La publicación de esta guía se produce 
unos poco meses más tarde de que febrero la Administración Norteamericana 
publicara la “Federal Risk Assessment Program” (FedRAMP), cuyo objetivo 
es evaluar y asegurar el riego mediante la normalización de más de 150 “controles de seguridad” y 
con los que se establecen los requisitos de seguridad comunes para la 
implementación de Clouds en determinados tipos de sistemas. De esta forma los 
proveedores que quieran vender sus servicios a la Administración Federal 
Norteamericana deberán adherirse al programa y demostrar que cumple con dichos 
controles.
 
Además de los muchos puntos comunes, la primera 
diferencia entre ambos es que mientras que la europea es una “guía”, la 
americana incluye, además, un programa de certificación para las empresas que 
quiera contratar con su Administración Federal, regulación que no ha sido vista 
(por los proveedores)  como un obstáculo, sino como un incentivo para el 
negocio. Sin embargo, en mi opinión, la principal diferencia es que la FedRAMP 
americana es la consecuencia y el paso lógico tras un hecho diferenciador (punto 
de ruptura) que es la publicación a finales del 2010 de la ”Cloud First 
Policy” con la que la Administración Obama (a través de la Office of 
Management and Budget, OMB) decidió impulsar el uso del Cloud Computing entre 
todos los organismos federales para poder reducir el coste de los servicios 
exigiendo a las Agencias Federales de EE.UU. el uso de soluciones Cloud cuando 
las mismas existan y sean seguras, fiables y más baratas.
 
En una muy reciente revista (junio del 2012), la 
Comisionada Europea para la Agenda Digital (Ms. Neelie Kroes) declaró que Europa 
no está defendiendo una Nube Europea, sino lo que Europa puede aportar a la 
Nube, y aclaró que es un concepto que no contempla fronteras, por lo que la 
legislación deberá recoger estos aspectos, sin abandonar los derechos de 
protección de los datos personales que asisten a los ciudadanos europeos. Estas 
declaraciones suceden a una también reciente publicación de un informe de 
Gartner (una de las más prestigiosas empresas consultoras del sector) que afirma 
que Europa esta 2 años por detrás de USA en temas de Cloud. 
Pese a reconocer que el interés por la Cloud en Europa es muy grande, y 
que las oportunidades que el Cloud Computing ofrece son válidas para todo el 
mundo, sin embargo, según Gartner, los riesgos y costes del Cloud, 
principalmente seguridad, transparencia e integración (lo cuales son aplicables 
a todo el mundo), adquieren una idiosincrasia y relevancia especial en Europa 
que actúan como frenos (o, al menos, “ralentizadores”) de la adopción del Cloud 
en Europa:
- En primer lugar, las diversas (incluso aún cambiantes) regulaciones de los 
países europeos obre la privacidad inhiben el movimiento de los datos personales 
en la Nube. Este aspecto que, según algunos puede facilitar el predominio de 
algunas empresas que basan su negocio en la geolocalización de la Nube dentro de 
las fronteras de un país (o zona) sin embargo está produciendo el efecto de que 
muchas otras compañías eviten a los Proveedores de Servicios Cloud Europeos 
(CSP, o Cloud Services Providers) por miedo a conflictos con la legislación 
europea frente a la americana.
 - En segundo lugar la complejidad de la integración de los procesos de negocio 
(B2B) en Europa, si bien ha favorecido a algunos Proveedores Europeos, una vez 
más esa misma complejidad hace que resulte difícil que se alcance una masa 
crítica y por lo tano se ralentice la aparición de empresas que ofrezcan 
Servicios Cloud a lo largo de toda Europa.
 - En tercer lugar, la lentitud de las prácticas políticas y de los procesos 
legislativos paneuropeos, así como la propia variedad legislativa entre los 
distintos países obstaculizan el negocio de los CSP.
 - Por último, a estos 3 factores anteriores, se une el efecto que sobre las 
inversiones produce la crisis de débito existente en la eurozona. 
 
Frente a estos retos, en mi opinión, de momento, 
solo tenemos buenas intenciones que se plasman en grandes palabras y pocos 
hechos (solo unos buenos pero tímidos pasos y, a mi juicio, insuficientes) de la 
Comisión Europea.
 
Además, en Europa la influencia del sector 
público es mucho más importante que en USA (donde el sector privado es, en sí 
mismo, mucho más dinámico y ágil). Por ello tanto la Administración de la 
Comisión Europea como las distintas Administraciones de los Países miembros 
tienen un papel importante, primordial, en el fomento del Cloud Computing en 
Europa tanto como usuarios y consumidores de servicio Cloud, como facilitando el 
desarrollo del negocio en torno al Cloud Computing. Y es por ello que creo que 
en Europa hace falta definir una “Política Cloud” que propicie claramente el uso 
del Cloud en todas las Administraciones Públicas Europeas, tanto de la  Comisión 
como de los Países Miembros (al estilo de la “First Cloud Policy” de EE.UU.), 
 de forma que se fomente el mercado Cloud tanto para los proveedores de 
servicios (CSP) como las empresas consumidores de dichos servicios, así como las 
inversiones en Investigación y Desarrollo en esta área. La Comisionada Europea, 
Ms. Kroes, afirmaba que Europa está llena de gente con talento para conseguirlo, 
pero sin duda se necesita que haya un mercado que lo demande y una 
regulación-legislación que lo permita, si no de nuevo “perderemos el tren”.
 
En lo que a nuestro país concierne, el “Informe 
de Recomendaciones para la Agenda Digital en España” (presentado hace escasos 
días, el 18 de junio, y elaborado por un Grupo de Expertos a quien el Gobierno 
encomendó su elaboración) reconoce que “España se enfrenta a una crisis de 
su economía marcada por la particular configuración de los riesgos endémicos 
–burbuja inmobiliaria, crisis financiera, etc.-, la existencia de deficiencias 
estructurales y los desequilibrios respecto a otras economías centrales de la 
zona euro, elementos que están amplificando los efectos negativos de la adversa 
coyuntura internacional”. También afirma que “la adopción inteligente 
de tecnologías digitales permitirá impulsar el crecimiento, la innovación y la 
productividad, contribuyendo a evitar que se trunque la trayectoria de 
transformación y modernización que ha experimentado la economía española en las 
últimas décadas.” Y entre los principales factores de cambio destaca en 
primer lugar “la transición al cloud computing como mecanismo de 
entrega eficiente de servicios”, sin olvidar otros tan importantes 
como “la generalización de la movilidad, el aumento en la disponibilidad de 
banda ancha ultrarrápida, el desarrollo de la Internet de las Cosas, y el amplio 
uso de dispositivos que, como smartphones y tablets.
 
Sin embargo, mientras en el Reino Unido el 
Gobierno ha creado hace unos meses el 
”UK CloudStore” (un sistema 
diseñado para facilitar, simplificar y abaratar el proceso de selección y 
provisión de servicios Cloud para los sector público), en España llevamos más de 
10 años sin renovar el “Catálogo de Patrimonio” para la provisión de servicios 
de DataCenter, entre los que esperamos, cuando se saque el Concurso 
correspondiente, estén integrados los Servicios de Cloud Computing (al menos los 
de tipo IaaS, es decir “Infrastructures as a Service”); y deseemos además que su 
resolución no conlleve un proceso de más de 2 años (por los recursos planteados) 
como ha sucedido con el Concurso para “Desarrollo de Sistemas de 
Información”.
 
 
Por último mi mayor deseo es que mis palabras 
sean tan efímeras, o más que los datos estadísticos que se recogen y analizan en 
este informe, necesarios pues reflejan la situación y conocimiento del Cloud 
Computing en las PYMEs y apuntan sobre qué aspectos trabajar para mejorar la 
situación, pero que todos deseamos que pierdan su vigencia cuanto antes, pues 
ese hecho significará una gran señal de progreso para el mercado TIC español en 
particular, y para la evolución de la economía española en general.
 
Nota Final: Para reflejar mejor la situación en España debo aclarar que, tras la publicación del mencionado 
informe/libro del que he copiado este artículo, ha sido convocado (y aún está en 
proceso de licitación) el Concurso para entrar en Catálogo de Patrimonio del 
Estado para “Servicios de alojamiento de sistemas de información” que respecto a 
los Servicios Cloud establece, cito textualmente, que: “Los licitadores 
podrán indicar en su oferta si están en condiciones de realizar servicios de 
alojamiento basados en cloud computing en el caso de ser adjudicatarios. Dichas 
condiciones se trasladarían a los contratos basados en el acuerdo marco que 
contemplen esa posibilidad. La inclusión de ese tipo de soluciones no es 
obligatoria para licitar.”